Este 15 de mayo se celebra el Día Internacional de la Familia, un momento oportuno para reconocer los grandes retos de las familias en nuestro país. Y es que de acuerdo a un artículo publicado por la Revista Forbes en julio de 2020, México es el peor país para formar una familia de los países que forman parte de la OCDE. Razones de este trágico lugar son muchas. La hegemonía del asistencialismo clientelar en la política social, el cortoplacisimo y lo omisión en las políticas orientadas a la familia y una falta de cultura de apoyo a la familia, son algunas de las razones por la cual es muy complejo formar y mantener una familia en nuestro país. Además, se debe considerar que la familia es una realidad social, es un reto y es una oportunidad. Es una realidad social ya que en nuestro país el 95.43% de la población cohabita en un hogar familiar, según el último censo poblacional del INEGI. Y, de acuerdo a la Encuesta Mundial de Valores el 90.10% de las personas cre
Cuando parecía que veíamos el final de la pandemia, nos hemos encontrado con que realmente lo que deberemos hacer es adaptarnos a esta “nueva realidad”, con sus retos y sus oportunidades. Sin embargo algo a lo que no podemos adaptarnos ni acostúmbranos es la fragilidad económica y social que nos ha dejado esta crisis global, de la cual, las familias han sido parte de sus principales víctimas, entre violencia, pérdida de seres queridos, de empleos y muchos retos más. Como sociedad no podemos ser indiferentes ante esta situación. Es por eso que resulta imprescindible una nueva perspectiva que ponga a la familia al centro para apoyarla y apoyarnos de ella a resolver los grandes retos sociales. Es indispensable una perspectiva que supere la visión asistencial y patológica de la familia y que evolucione a una visión de prevención, de resiliencia, de cohesión y de sostenibilidad. Es fundamental impulsar una Perspectiva Fam