En la semana del 9 al 13 de abril, se llevó a cabo la
51º sesión de la Comisión de Población y Desarrollo (CPD) de las Naciones
Unidas, con el tema “Ciudades sustentables, movilidad humana y migración
internacional”. El objetivo de este evento, que se realiza cada año, es abrir
el diálogo entre los países para lograr acuerdos que permitan trazar una ruta
internacional en estos temas tan importantes para el desarrollo humano y
bienestar social.
Cabe mencionar que en el 2016, en el marco de la
Asamblea General de la ONU, los representantes de las naciones del mundo
acordaron realizar un abordaje integral del tema de migración a través de un
proceso de consulta y negociación para adoptar un Pacto Global por la
Migración. Actualmente el Pacto se encuentra en negociación para ser presentado
en diciembre de este año, en el cuál, México tiene un papel protagónico al ser
el país que coordina los esfuerzos de este trabajo.
Por lo tanto, los trabajos de la CPD de este año no
podía ser ajenos a la negociación del Pacto Global por la Migración. Después de
una semana de diálogo y discusión en la CPD, no se logró un consenso para
acordar un documento sobre el tema de esta sesión.
La razón principal es que no se logró superar las
“líneas rojas” de la negociación, siendo dos temas los más difíciles de
discutir y consensar. Por un lado, el reconocimiento de la soberanía de los
países ante el documento acordado, y por el otro, la necedad de un grupo de
países de “sexualizar” el documento.
Un grupo de países, entre los cuáles se encuentra
Brasil, Uruguay, la Unión Europea, entre otros, se pronunció en contra de
reconocer la soberanía de los países y a favor de promover “derechos sexuales y
reproductivos” y salud sexual y reproductiva. Estas posturas son excesivas ya
que no se puede ignorar la libertad de las naciones a decidir de forma
autónoma, ni tampoco creer que sólo a través del aborto y la anticoncepción se
logrará un desarrollo de las personas (esto dicho por estos países en la
negociación).
Por otro lado, un grupo de países, entre los cuales se
encuentra Estados Unidos, Rusia, la Santa Sede y el grupo de países africanos,
se pronunció a favor de la soberanía y en contra de los “derechos sexuales y
reproductivos” y la salud sexual y reproductiva, ya que consideran fundamental
la autonomía de los pueblos y además, que las prioridades de la Comisión eran
la migración y la sustentabilidad, y que no era el foro para incluir otros
temas y menos de forma tan excesiva.
Al final no se logró un consenso entre ambas posturas
y por lo tanto no hubo un acuerdo. Cabe
mencionar que la posición de México fue sensata al no declararse a favor de los
postulados excesivos en contra de la soberanía y que se alejaban de las
prioridades de la Comisión. Este año, agradezco haber sido parte de la
delegación de México encabezada por la Comisión de Población y Desarrollo
(CONAPO).
Además es destacar la labor de VIFAC, organización de
la sociedad civil que participó en esta sesión de la CPD para promover el
derecho de mujeres y niñas migrantes embarazadas quienes en muchas ocasiones se
les niega el acceso a servicios médicos por su estatus migratorio.
Hay mucha preocupación al término de esta sesión de la
CPD, principalmente por no haber logrado un consenso por segundo año
consecutivo, lo cuál debe ser una llamada de atención para enfocarse en las
prioridades y las necesidades de las naciones y no seguir convirtiendo estos
espacios de diálogo y cooperación internacional en herramientas ideológicas
para promover agendas e intereses particulares.
El tema no está cerrado, habrá que estar atentos a la
negociación del Pacto Global por la Migración y que este, a diferencia de la
CPD, no se vea afectada por la necedad de intereses ideológicos.
Juan Antonio López Baljarg
@Juanlbaljarg
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