La Organización de los Estados Americanos (OEA) tiene dentro de sus objetivos, desde su fundación en 1948, la promoción de la paz, el diálogo y la cooperación internacional entre las naciones del continente. Este año, los ejes temáticos son: democracia y derechos humanos, desarrollo integral y seguridad hemisférica.
Desde hace algunos años, la OEA ha permitido el involucramiento del sector empresarial y las organizacionea de la sociedad civil (OSC), que desde una visión de gobernanza, tienen mucho que aportar en la promoción y cumplimiento de los objetivos de este organismo internacional.
Cabe mencionar que la participación de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) ha ido en aumento. Lamentablemente en la asamblea del año pasado que tuvo su sede en Santo Domingo (República Dominicana), los organizadores impidieron el paso a las OSC, esto, debido a la tensión que generó la polarización de los temas de familia y derechos fundamentales (como el derecho a la vida), y la intolerancia de organizaciones del movimiento LGBTTTIQ.
Es importante hacer la aclaración que la Asamblea General no está para definir visiones sobre temas como derechos humanos, eso es competencia de las naciones y de los tratados internacionales que los paises firman libremente. Lamentablemente, movimientos LGBTTIQ y feministas radicales han querido secuestrar la agenda para centralizarla a sus peticiones, cohercionando a los miembros de las delegaciones.
Otro aspecto a considerar en esta próxima asamblea que se celebrará en nuestro país, es la crisis de gobernabilidad, de estado de derecho y sobre todo, de violación a los derechos humanos que se está viviendo en Venezuela. La presión internacional ha ido a la alza ante hasta la ahora indiferente postura de la OEA ante la terrible situación que vive el pueblo venezolano.
El pasado jueves cientos de legisladores del continente firmaron una declaración que exige a la OEA y a la Corte Interamericana que reapete la soberanía de las naciones en los temas de derecho a la vida, a la familia y la libertad religiosa. Por otro lado, este viernes un grupo de expresidentes de naciones amercanas firmaron una declaración para que la OEA intervenga de forma contundente en la situación que vive hoy Venezuela.
Hoy, Luis Almagro, secretario general de la OEA y los miembros de las delegaciones tienen un reto fundamental frente a ellos: velar y proteger los derechos humanos en el continente americano. Por un lado, no ceder ante las presiones de grupos ideológicos y radicales que pretenden secuestran la agenda, centralizándola a sus peticiones. Por otro lado, dar un golpe certero para detener los agravios y violaciones a los derechos humanos que se viven en Venezuela.
La OEA debe estar a la altura de lo que representa. El prestigio de esta organización y de su secretario será definido de acuerdo a la calidad de sus decisiones y que pongan sus verdaderos objetivos por delante. De lo contrario, veremos que el organismo internacional más imporante de nuestro continente se habrá convertido en un circo que no trabaja para el pueblo americano.
Juan Antonio López Baljarg
@Juanlbaljarg
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