El 17 de mayo, el presidente Enrique Peña Nieto dio a conocer una iniciativa sobre las uniones de personas del mismo sexo y el matrimonio, la cuál ha causado mucha polémica y polarización de la opinión pública. La iniciativa no sólo implica el tema del matrimonio, contiene también el tema de la adopción de menores por personas del mismo sexo y el divorcio exprés.
Además, el presidente ordenó a la Secretaría de Relaciones Exteriores que México se incluyera en el núcleo de países que promueve la agenda LGBTTTIQ (Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti, Intersexual, Queer) a nivel internacional. Por último, el titular del ejecutivo solicitó a la Secretaría de Educación Pública que dentro del nuevo modelo educativo se incluyeran contenidos que promuevan esta visión desde los grados de preescolar.
Una parte importante de la sociedad mexicana se encuentra preocupada por no ser tomada en cuenta en un paquete de medidas que el presidente pretende imponer en nuestro país y que toca fibras muy sensibles como lo es la educación de la niñez y la postura de México a nivel internacional.
Es por eso que el Frente Nacional por la Familia, que aglutina a organizaciones de la sociedad civil y personas en general, ha anunciado marchas para este 10 y 24 de septiembre en contra de las medidas del presidente y a favor de la libertad para educar a los niños mexicanos, de la familia y el matrimonio.
También se ha visto la respuesta de los detractores de este movimiento. El pasado lunes 22 de agosto un grupo de manifestantes se presentó afuera de la Arquidiócesis Primada de México, lanzando mensajes ofensivos y realizando actos vandálicos contra las instalaciones de esta institución.
El día jueves 25 de agosto, durante un programa de televisión abierta, el senador Miguel Barbosa culpó a la Iglesia Católica de actuar políticamente en nuestro país y cuestionó la razón de la movilización de los mexicanos: "¿Para qué marchas? ¿para qué protestas?" fueron sus palabras.
Cabe mencionar que estas movilizaciones son convocadas y organizadas por padres de familia y la sociedad en general.
Hoy veo con tristeza como varios partidarios de la agenda LGBTTTIQ, que hablan de tolerancia y respeto, son los primeros en mostrar todo lo contrario. Colocan adjetivos como “retrógrada” y “homofóbico” a las personas que piensan distinto a ellos. El senador Barbosa cuestiona y limita la libertad de expresión de aquellos que piensan diferente a él.
Promueven tolerancia, pero agreden a los que piensan diferente a ellos. Promueven libertad, pero pretenden coartarla a quienes no comparten su agenda política. Condenan el odio, pero son los primeros en promoverlo. Se escudan en la promoción de los derechos humanos, pero son los primeros en violarlos.
Hoy vemos las fobias de los “tolerantes” que han demostrado, en últimos días, su radicalismo e intolerancia a cualquier expresión que sea diferente a la suya.
Tenemos ante nosotros una nueva dictadura.
Además, el presidente ordenó a la Secretaría de Relaciones Exteriores que México se incluyera en el núcleo de países que promueve la agenda LGBTTTIQ (Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti, Intersexual, Queer) a nivel internacional. Por último, el titular del ejecutivo solicitó a la Secretaría de Educación Pública que dentro del nuevo modelo educativo se incluyeran contenidos que promuevan esta visión desde los grados de preescolar.
Una parte importante de la sociedad mexicana se encuentra preocupada por no ser tomada en cuenta en un paquete de medidas que el presidente pretende imponer en nuestro país y que toca fibras muy sensibles como lo es la educación de la niñez y la postura de México a nivel internacional.
Es por eso que el Frente Nacional por la Familia, que aglutina a organizaciones de la sociedad civil y personas en general, ha anunciado marchas para este 10 y 24 de septiembre en contra de las medidas del presidente y a favor de la libertad para educar a los niños mexicanos, de la familia y el matrimonio.
También se ha visto la respuesta de los detractores de este movimiento. El pasado lunes 22 de agosto un grupo de manifestantes se presentó afuera de la Arquidiócesis Primada de México, lanzando mensajes ofensivos y realizando actos vandálicos contra las instalaciones de esta institución.
El día jueves 25 de agosto, durante un programa de televisión abierta, el senador Miguel Barbosa culpó a la Iglesia Católica de actuar políticamente en nuestro país y cuestionó la razón de la movilización de los mexicanos: "¿Para qué marchas? ¿para qué protestas?" fueron sus palabras.
Cabe mencionar que estas movilizaciones son convocadas y organizadas por padres de familia y la sociedad en general.
Hoy veo con tristeza como varios partidarios de la agenda LGBTTTIQ, que hablan de tolerancia y respeto, son los primeros en mostrar todo lo contrario. Colocan adjetivos como “retrógrada” y “homofóbico” a las personas que piensan distinto a ellos. El senador Barbosa cuestiona y limita la libertad de expresión de aquellos que piensan diferente a él.
Promueven tolerancia, pero agreden a los que piensan diferente a ellos. Promueven libertad, pero pretenden coartarla a quienes no comparten su agenda política. Condenan el odio, pero son los primeros en promoverlo. Se escudan en la promoción de los derechos humanos, pero son los primeros en violarlos.
Hoy vemos las fobias de los “tolerantes” que han demostrado, en últimos días, su radicalismo e intolerancia a cualquier expresión que sea diferente a la suya.
Tenemos ante nosotros una nueva dictadura.
Juan Antonio López Baljarg
@Juanlbaljarg
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