“El Estado no tiene de derecho de decidir lo que cada persona puede
hacer en su vida privada respecto a su persona, es decir, cada quien puede
decidir lo que puede hacer consigo mismo en su ámbito privado...”
Estas fueron las palabras del Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena en el debate sobre la aprobación del cultivo, transporte y uso de la
marihuana con fines lúdicos para cuatro personas que se ampararon.
Las palabras de Ortiz Mena en principio parecen sensatas y que
responden a una necesidad de reconocer la libertad de la persona. Sin embargo,
hay algunos aspectos a considerar en este pronunciamiento y en el fallo de la
primera sala de la Suprema Corte de Justicia en el tema de la marihuana.
En primer lugar se menciona que el Estado no debe decidir en la
vida privada de cada persona… sin embargo, no pasa de ser una buena intención,
porque de acuerdo a cada criterio que genera la Corte en temas de vida, familia
y libertad religiosa, son precisamente los ministros quienes generan una
tendencia ideologizada de la libertad y de las decisiones de la persona.
Se debe entender que la libertad es la capacidad de actuar de la
persona sin ningún vicio en su raciocino ni en su voluntad. La libertad sin
conocimiento pleno y sin una voluntad firme se convierte en un acto instintivo,
de libertinaje o de manipulación.
Temas como el matrimonio, adopción y ahora la marihuana son
evaluados por los ministros, temas que responden a la vida privada de las
personas y de la cual la Corte está generando criterios de acuerdo a su postura
ideológica.
Ahora bien, ¿qué alcances tiene el reciente fallo de la Corte en
el tema de la marihuana?
El fallo de la primera sala de la Corte, integrada por cinco
ministros, autoriza el cultivo, transporte y uso de la marihuana para fines
lúdicos a cuatro personas que se ampararon. Lamentablemente se ha generado mucha
confusión sobre este tema ya que muchas personas creen, erróneamente, que la
marihuana se ha legalizado en nuestro país.
Si bien, la marihuana no se ha legalizado, es una realidad que
este fallo de la Corte genera un precedente para amparos similares. Es más, ya
existen varias personas y organizaciones que han manifestado su interés por ampararse
en el mismo tema.
Es preocupante que temas tan polarizados, como lo es el de la
marihuana, queden en manos de cinco personas. Aunque es limitado el alcance
jurídico del fallo de la primera sala de la Corte, el alcance mediático,
político y social es mucho mayor.
Queda claro que las atribuciones de la Corte son excesivas… lo
cual es más agravante considerando que los ministros no son el elegidos por
medio de una votación, siendo cuotas políticas o pactos entre partidos los que
hacen llegar a ciertas personas a ocupar esos lugares.
Si bien el ministro Ortiz Mena menciona que el Estado no puede
intervenir en las decisiones de las personas… yo concluiría que la Suprema
Corte no debe adjudicarse atribuciones que no le corresponden. Vivimos en una
democracia y no puede quedar en manos de tan pocos las decisiones que afecta a
muchos.
Juan
Antonio López Baljarg
@Juanlbaljarg
Comentarios
Publicar un comentario