#Calcetagate fue la tendencia en redes sociales y que rápidamente
se convirtió en trending topic este fin de semana. La razón, un par de calcetas
que se presumen fueron puestas al revés… un caso irrelevante, yo creo que a más
de uno le ha pasado.
El verdadero tema fue que quién lucía esta peculiar forma de
colocarse las calcetas fue el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, durante
la quinta edición de la Carrera Molino del Rey, organizada por el Estado Mayor
Presidencial.
Sin duda, una figura pública como EPN, que
en su outfit deportivo portaba unas calcetas puestas al revés generó tendencia
en redes y fue el centro de las burlas de miles de mexicanos. No tardó en
aparecer la respuesta del Presidente, justificando que NO tenía las calcetas al
revés, sino que había sido una mala interpretación por el modelo de calcetas
usadas.
En fin… hasta me parece algo ridículo
tener que explicar un caso que en principio pareciera (y en el fondo lo es)
completamente irrelevante. En realidad, no tiene ninguna trascendencia si una
persona (aun siendo el Presidente) usa o no las calcetas al revés. El verdadero
tema es la relevancia que generó esto en miles de mexicanos; y aún más, que EPN
haya tenido que salir a desmentir tal suceso. Ante esto, se me vienen a la
mente algunas reflexiones…
¿Cómo es posible que escandalice un par de
calcetas puestas de forma incorrecta? Hasta el día domingo habían sido más de 7
mil menciones en Twitter, lo cual no es poca cosa. Es increíble que un tema
irrelevante pueda generar tanta expectativa en la opinión pública, cuando hay
cosas mucho más importantes, como que el dólar cotiza en torno a los 17 pesos,
por ejemplo…
¿Por qué tendría que salir el Presidente a
desmentir tal caso? Si bien es ridículo que un tema como éste tome tal
importancia, todavía lo es más que el Jefe de Estado tenga que salir a
desmentirlo. Ojalá fuese así en temas como la Casa Blanca, los estudiantes de
Ayotzinapa o la situación económica de México.
¿Qué le espera a un país en donde el Jefe de
Estado es la burla de muchos ciudadanos? EPN es blanco fácil y lo peor de todo
es que él “no se ayuda”. Más que burla, es preocupante e indignante que el
Presidente no haya sido capaz de citar tres libros consecutivos (aunque no los
haya leído) o que no sepa distinguir la diferencia entre la ciudad de León y el
estado de Guanajuato…
En fin, mientras nos seguimos burlando de
nuestro máximo representante, los problemas siguen ahí y una mofa no va a
solucionar nada. El #Calcetagate será un caso para el recuerdo, lo preocupante
es la imagen desgastada (ganada a la fuerza) del Presidente y que nosotros, los
ciudadanos, estamos buenos para la burla y el relajo, pero en participación…
quedamos mucho a deber.
Juan Antonio López Baljarg
@Juanlbaljarg
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