Las notas de prensa, las indignaciones e incluso los memes no
tardaron en aparecer… ¿cómo es posible que uno de los narcotraficantes más
peligrosos de nuestro país haya escapado sin que el sistema de seguridad haya
podido hacer algo?
A mayor poder, mayor es la responsabilidad y esto incluye a las
autoridades de nuestro país y al sistema de seguridad. El escape de uno de los
delincuentes más peligrosos evidencia (una ves más) la incapacidad de nuestras autoridades. Lo más
peligroso es que este tipo de situaciones cada ves son más frecuentes.
Además, fiel a mi postura de promover la responsabilidad y participación
ciudadana, considero que actos como este también son consecuencia de un sistema
corrupto e indiferente del cuál todos nosotros corresponsables en cierta
medida.
Este sistema corrupto es alimentado por una visión individualista,
pragmática y paternalista.
Individualista porque se vive bajo el supuesto “si a mi no me
afecta, no me importa y no hago nada”. Vivimos en una sociedad, es por eso que
las situaciones que afectan a la colectividad de alguna u otra forma nos
afectarán a nosotros, aunque fuera poco perceptible.
Pragmática, porque se vive bajo el supuesto “actúo o no actúo
siempre y cuando me convenga o me beneficie a mi”. Es por eso que nuestra conciencia
se vuelve más “flexible”.
Paternalista, porque se vive bajo el supuesto “si las cosas están
mal es culpa del gobierno o de alguien más”. Es más cómodo echarle la culpa a
alguien más por las desgracias que vive nuestro país.
Es momento que nos hagamos responsable de la situación que vive
nuestro país. El escape de Joaquín “El Chapo” Guzmán es reflejo de la carencia
de valores, de ciudadanía y responsabilidad de nuestra sociedad. Es momento que
cada quién asuma su papel.
Tenemos el gobierno que elegimos o que dejamos de elegir por
desinterés o apatía. Esta sociedad es la suma (o la resta) de la acción de cada
uno de nosotros. Si ayer no hicimos lo que a nosotros nos tocaba que no nos
asombre que hoy sucedan cosas en nuestro país dignas del ridículo y del
escándalo.
Juan Antonio López Baljarg
@Juanlbaljarg
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