Nuestro país tiene asuntos pendientes… pobreza, discriminación,
falta de empleo, rezago educativo, entre otros… La pregunta es ¿quién tendrá la
responsabilidad de atender y resolver estos problemas?
Por un lado, existe un discurso bastante cómodo que delega las
autoridades la(gobernantes, legisladores y servidores públicos) toda la
responsabilidad. El argumento es que el
gobierno es quien debería resolver los grandes problemas del país.
Digo que es bastante cómodo porque es muy fácil quejarse y echarle
la culpa a alguien más de las dolencias de nuestra sociedad, sin embargo, este
pobre argumento demuestra la mentalidad paternalista que lamentablemente aun
existe en diversos sectores de la población.
Por otro lado, tenemos una postura pesimista que desconfía de las
instituciones (electorales y gubernamentales) lo cuál lleva a una apatía y
desinterés por conocer la forma de atención y resolución de los problemas de
nuestro país.
Esta otra postura si bien no condena a nadie, tampoco hace algo al
respecto, quedándose como un simple espectador en una sociedad necesitada de
participación ciudadana.
Entonces ¿qué podríamos hacer desde nuestro contexto y
posibilidades para revertir las situaciones adversas de la sociedad en la que
vivimos? La palabra mágica que todos conocen, que pocos entienden y casi nadie
aplica es: PARTICIPACIÓN.
La participación es la herramienta que el ciudadano maduro y
responsable debe tomar para incidir en su contexto. Este ejercicio podríamos
dividirlo en tres pasos: Decide, exige y actúa.
Decide a tus autoridades: Es necesario que como ciudadanos
conozcamos a las personas que nos gobiernan y es fundamental que en el marco de
estas elecciones conozcas a tus candidatos y realices un voto informado y
razonado.
Exige el cumplimiento de la agenda propuesta: Muchos candidatos
prometen grandes proezas pero a la hora de tener la posibilidad de hacerlo,
varios se quedan en sólo buenas intenciones. Los ciudadanos somos
corresponsables del cumplimiento de estas acciones.
Actúa desde tu trinchera: Votar y exigir no es suficiente ya que
nos quedaríamos en la postura paternalista comentaba anteriormente. El
ciudadano maduro y responsable debe comprender que los grandes cambios requiere
la voluntad de todos los actores sociales. Es por eso que cada uno de nosotros
debemos colaborar en lo cotidiano y dentro nuestras posibilidades en el
desarrollo social y la construcción del bien común.
Empieza ahora, este domingo da el primer paso, conoce a tus
candidatos y sal a votar de forma informada y razonada.
Una pobre sociedad está constituida de unas pobres personas y una
gran sociedad está construida por grandes personas. La decisión está en cada
uno de nosotros.
Juan Antonio López Baljarg
@Juanlbaljarg
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