Y tú ¿cómo ocupas tu tiempo?
Vivimos en una sociedad que va de prisa, que es adicta a lo inmediato,
donde la palabra “express” y “rápido” parecieran sinónimos de lo “bueno” y lo
“mejor”. El hombre de hoy tiene demasiado interés en “ganar tiempo”, el
problema es que cuándo lo alcanza irónicamente sigue buscando más, insertándose
en un círculo vicioso.
Vamos de prisa, en las calles, en los pasillos, en el auto… pero
cuántas veces nos detenemos a pensar… ¿estoy haciendo lo qué realmente quiero
hacer? ¿estoy satisfecho con lo que hago? O simplemente soy un esclavo de las
cosas urgentes que esta sociedad adicta a lo inmediato me ha puesto.
El problema es que el tiempo realmente no es nuestro, es
simplemente una medida con la cuál administramos el paso de nuestra vida en
este mundo. Cuándo nos dejamos llevar por la dinámica de lo “urgente” y lo
“inmediato” no estamos perdiendo el control de nuestro tiempo, lo que realmente
estamos haciendo es poniendo en riesgo nuestra vida.
Hace algunos años tuve la oportunidad de leer el libro “Los 7
hábitos de la gente altamente efectiva” de Stephen Covey, el cual ilustra de
forma muy práctica la forma en que organizamos “nuestro” tiempo de acuerdo a
las cosas IMPORTANTES y las cosas URGENTES que hacemos día con día.
Lo Importante es todo aquello que realmente queremos hacer, lo que
nos satisface, lo que disfruto, lo que me hace mejor persona, lo que me hace plenamente
feliz… Lo Urgente es todo aquello que tengo que hacer en este momento, que
requiere atención inmediata, sea importante o no.
¿Cuántas veces hacemos cosas que son verdaderamente importantes
pero que son urgentes? Todos en algún momento (o en muchos) hemos caído en esta
dinámica. El problema se encuentra en que al vivir contra reloj no podemos
sacar todo nuestro potencial o vivir al máximo ese momento…
¿Cuántas veces hacemos cosas que son realmente importantes pero
para otras personas? No todas las cosas son importantes o por lo menos no para
todos. Debemos discernir si lo que hacemos abona a mi plenitud o lo hago para
complacer a otras personas o por no saber decir “no”.
Peor aún… ¿cuántas veces hacemos cosas que no son importantes y
que además no son urgentes? A eso le
llamamos comúnmente “flojera”, es decir, dedicamos el tiempo de nuestra vida en
cosas sin sentido y el tiempo no regresa…
Entonces, si el tiempo no es nuestro, si no debemos hacer las
cosas con urgencia y si no debemos ocupar nuestro tiempo en cosas sin sentido…
¿qué debemos hacer?
Debemos hacer las cosas que realmente son importantes para
nosotros y hacerlas en el momento indicado: compartir momentos con las personas
queridas, realizar alguna actividad que disfrutas, realizar aquel trabajo que
te apasiona…
Suena muy fácil en la teoría, pero en la práctica quizá no lo sea.
Como la mayoría de las habilidades humanas, se requiere práctica… mucha
práctica para formar el hábito en nuestras vidas
Al final, el hábito de la administración del tiempo tiene como
resultado lo que toda persona espera en esta vida: ser felices.
Juan Antonio López Baljarg
@Juanlbaljarg
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