“La abstinencia es el método 100% seguro para evitar el contagio
de enfermedades de transmisión sexual.” Esta oración venía en un libro de texto
de Formación Cívica y Ética de segundo grado de secundaria, posteriormente venía
un punto y aparte, y una lección completa de uso de métodos anticonceptivos,
con diagramas de uso del preservativo y pastillas hormonales. Sin embargo fue
en el único libro donde encontré la idea de la abstinencia, el resto se
limitaba a exponer y desarrollar el tema de los métodos anticonceptivos y uso
del preservativo.
Si la abstinencia es el método 100% efectivo para incluso erradicar
las enfermedades de transmisión sexual, la pregunta es ¿porqué merece solo un
renglón de todo a una unidad? O peor ¿por qué es omitido? Respuestas comunes
podrían ser “porque es moralista, obsoleto y/o utópico”. Una segunda pregunta
sería ¿la abstinencia es realmente un término moralista, obsoleto y/o utópico?
Hace algún tiempo estuve investigando un caso de estudio sobre el
VIH/SIDA en Uganda, un país africano que en el 2006 su tasa de infecciones de
esta ETS (Enfermedad de Transmisión Sexual) redujo en un 30% en personas de 15
a 49 años, además el consumo de preservativos se redujo. Este es un caso
atípico considerando otros países en donde la tasa de contagio no sólo no
disminuye, sino aumenta.
¿Qué hicieron en Uganda para lograrlo? El proceso que adoptó el
gobierno, que se transformó en una política pública, fue el método ABC:
Abstinence, Be faithful, Use condom (Abstinencia, Ser fiel y Uso de condón).
Si el método 100% por ciento seguro para no contraer ETS es la
abstinencia, entonces es necesario promoverla como opción A para evitar el
contagio, lo cuál se tradujo en campañas mediáticas y de educación para los
jóvenes, no como un moralismo sino como una respuesta real y objetiva de combate
a las infecciones.
Otro detonante del contagio es la vida sexual con múltiples
parejas, por lo tanto si la persona no se abstiene de tener relaciones sexuales
a edad temprana, la opción B es la fidelidad. El tener una sola pareja sexual
no es algo obsoleto, es un método que, no te exenta del contagio, pero reduce
considerablemente el peligro.
Por último, si el joven mantiene una vida sexual activa y con
múltiples parejas se recomienda como método C el uso del preservativo, como
último recurso. La realidad habla, el
método funcionó.
La pregunta es ¿por qué no se ha replicado el método en otras
naciones? Porque el uso del preservativo para prevenir el contagio del VIH/SIDA
tiene un fundamento ideológico, político y económico. El consumo de preservativos
genera ingresos económicos, su distribución es una política a corto plazo fácil
de vender a la población y se ha logrado que en el imaginario colectivo se
considere que es la mejor opción y cualquier propuesta diferente suena
“irresponsable” y “obsoleta”.
La realidad nos está alcanzado, las tasas de contagio de ETS van
en aumento y cada ves sus víctimas son más jóvenes. Si queremos resultados
distintos, hagamos cosas distintas, el camino ya está trazado. ¿Seremos parte
de una ideología o actuaremos de acuerdo a la verdad?+
Juan Antonio López Baljarg
@Juanlbaljarg
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