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Y DESPUÉS DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LA OEA, ¿CON QUÉ NOS QUEDAMOS?


Terminó la Asamblea General de la OEA, un espacio donde se tuvo la oportunidad de entablar un diálogo y prospectar una agenda en temas de derechos humanos, democracia y seguridad. Quisiera compartir algunas las reflexiones respecto a lo sucedido estos días en la ciudad de Cancún, que fue sede de este evento.


Primero, la delegación de Venezuela mostró en repetidas ocasiones su intolerancia e incapacidad de diálogo, negándose a aceptar la situación que viven en su país, donde los que siguen perdiendo son los venezolanos. Es lamentable como se escudan en el muro de Trump, Ayotiznapa o las FARC para negar su situación. Si bien estos hechos son completamente condenables, no es justificación para que la delegación venezolana se desentienda de su crisis.

Lamentablemente no se alcanzaron los votos necesarios para leerle la Carta Democrática a Venezuela, quién en repetidas ocasiones amagó con salirse de la OEA generando un clima adverso durante toda la Asamblea. Una sombra muy grande en la protección de los derechos humanos fundamentales en nuestro continente.

Segundo, se rechaza la propuesta de incluir el concepto "intersex" (propuesto por México, Canadá, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile y Uruguay) en la sección 12 del proyecto de resolución de derechos humanos, titulado “Derechos humanos, orientación sexual, identidad y expresión de género.”  También se rechaza la propuesta de incluir un texto que pondere la legislación local en temas relacionados a la agenda LGBT. El texto consensuado es el aprobado el año pasado.

La buena noticia es que Paraguay, Jamaica, Guatemala, Santa Lucía y Suriman entregaron reservas a la sección 12, absteniéndose a la aplicación de este apartado en sus países.  Lamentablemente, México no hizo lo mismo. La agenda LGBT radical no avanza a pesar de la presión de varios países, pero tampoco retrocede.

Tercero, en el diálogo de las delegaciones con la sociedad civil, los temas más mencionados fueron la defensa y promoción de la vida y la familia. El movimiento provida y profamlia se hizo notar con la mayor participación hasta ahora hecha en la OEA. Cada vez hay mayor participación de la SC, creando la oportunidad de impulsar procesos de formación y canales de participación en los órganos internacionales.

Termina la 47 Aamblea General de la OEA, la primera en nuestro país con sede en Cancún. Hay una gran
 oportunidad de fortalecer y consolidar el trabajo de la sociedad civil en los órganos internacionales. Hay luces y sombras en los resultados de este evento. Sigamos trabajando para que la vida, la familia y derechos humanos sean reconocidos, respetados y promovidos en todos los organos internacionales.


Juan Antonio López Baljarg
@Juanlbaljarg

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