Ayer fue un día triste. Ayer nuestra sociedad fue testigo de un hecho que conmociona. Un niño de tan sólo 12 años de edad saca un arma de fuego en el salón de clases, dispara a su maestra y compañeros, posteriormente lo hace contra sí mismo y termina perdiendo la vida. El video es filtrado y difundido en redes sociales. Después, circulan imágenes de un grupo con tintes sectarios que promueven este tipo de acciones, que se adjudican el hecho y que lo celebran. Duele, lo que sucedió ayer, duele y mucho. Lo que pasó nos da un termómetro del clima que vivimos, de la sociedad que construimos (o que destruimos) día a día, de nuestra realidad como comunidad. ¿Qué tuvo qué pasar para que el infante tomara esta decisión? ¿Quién le proveyó del arma? ¿Qué pasaba por la mente de quién filtró el video? ¿Quiénes pueden celebrar o burlarse de lo sucedido? El hecho no es buscar culpables, sino darnos cuenta que nuestra sociedad tristemente se está convirtiendo tierra fértil de este tipo de si
Juan Antonio López Baljarg | @juanlbaljarg